Pocas cosas tan deliciosas como dormir con lluvia y arrullado por el viento sumergirse en la inconsciencia del descanso, despertar de vez en vez por el fuerte trueno y disfrutar por la ventana del espectaculo sobrecogedor del trueno y la luz de los reumpagos mientras poco a poco te sumerges de nuevo en el sueño con el fresco aroma del agua a tu arededor…
Relajarte…
Dormir…
Descansar…
Y en la mañana disfrutar de una «mañanita mojada» enmarcada por un tenue arcoiris como recordatorio de que de vez en vez es bueno voltear al cielo y entender que hay cosas grandes y majestuosas que podemos disfrutar con solo mirar mas allá de nuestra propia nariz.
De esos placeres gratuitos que valen mucho!!